Las claves para conseguir el mejor afeitado en función de las características de tu vello y de tu piel.
Como probablemente ya supones, no daremos una respuesta taxativa a esta pregunta porque depende de factores diversos. El más importante de ellos, tú.
¿Cómo sueles hacerlo? Quizá no haya razón de peso para cambiar aquello que has convertido en costumbre. De todos modos, te ofreceremos unas cuantas pautas para que tengas una base a partir de la cual puedas decidir.
Afeitado antes de la ducha
En caso de utilizar afeitadora eléctrica, te sugerimos hacerlo en seco. El dispositivo no se desplaza bien con el vello húmedo.
De hecho, ducharte después ayudará a eliminar los pelos que hayan podido caer sobre tu rostro.
También es una opción el afeitado previo al baño cuando el vello es débil, suave o poco tupido. ¿Por qué? Porque no necesitas hidratación adicional a la que te proporcionara el lavado de la cara y el jabón o crema.
¡Ojo! Entiende que el hecho de que puedas afeitarte sin necesidad de tomar un baño no significa prescindir de hidratación. En absoluto. El vello se ha de reblandecer y la piel se ha de hidratar.
Afeitado después de la ducha
Si el pelo es grueso, duro o tupido te irá mejor afeitarte tras la ducha. El agua abre los poros, reblandece el vello y la piel y facilita el trabajo.
Eso sí, una ducha excesivamente rápida tal vez no dé tiempo a que el vapor abra los poros. ¿Dispones de tiempo? Tómate unos minutos. Así el afeitado que lo sigue será más eficaz.
Otro caso en el que es mejor afeitarte después de la ducha es si padeces alguna clase de problema cutáneo. Por ejemplo, acné. La ducha habrá eliminado impurezas que empeorarían el problema y además harían que el afeitado se volviera desagradable.
Si no puedes (o quieres) ducharte antes del rasurado, lo que sí es imprescindible es lavar bien la cara antes de aplicar la crema.
Tercera situación. Apostamos por llevar a cabo una sesión post ducha cuando la piel es grasa. El afeitado realiza una acción exfoliante eliminando células muertas. La ducha ablanda el vello y el afeitado limpiará los poros del exceso de sebo y suciedad.
Afeitado durante la ducha
Es la tercera vía. Muchos la encuentran práctica, cómoda y una manera de ahorrar tiempo. Pero claro, no estás frente al espejo. Más que ver lo que estás afeitando, únicamente lo intuyes. Para estos casos es conveniente la afeitadora eléctrica con tecnología Wet&Dry, que permite el uso en mojado.
En conclusión: diferentes variables que debes tomar en cuenta para decidir si en tu caso concreto es mejor afeitarte antes, después o durante la ducha.
Si tu vello es grueso y tu piel grasa, mejor ducha previa. Si es frágil, escaso o fino no requiere mayor hidratación, y por tanto admite un afeitado al cual no preceda un baño que abra poros y limpie piel y folículos. Por último, si sufres alguna afección cutánea como acné, el afeitado debería ir precedido de ducha.
Estos son, a grandes rasgos, algunos factores que valorar.
Dicho esto, añadimos que, sea una u otra la opción por la que te decantes, una cosa es fundamental: hidratar y preparar la piel.
De alguna manera, afeitarse supone una pequeña agresión. Queremos minimizarla adoptando una serie de medidas que consigan recuperar la piel y mantenerla sana, sea que se lleve a cabo tanto antes como después de la ducha.